La historia estudia aspectos de la vida de la humanidad, utilizando para ello fuentes históricas que pueden ser fiientes arqueológicas o fuentes escritas. La prehistoria, que abarca desde los orígenes del hombre hasta la aparición de los primeros documentos escritos, se divide en dos largos períodos, uno muy antiguo, el paleolítico, y otro más moderno, el neolítico.
Los instrumentos o útiles del paleolítico que se han conservado hasta nuestra época, están fabricados normalmente con piedra o hueso, y a su vez han sido clasificados según su antigüedad, pertenecientes al paleolítico inferior, medio o superior. Además, existen obras realizadas por el hombre durante el paleolítico, a las que por sus características y su evidente valor estético se ha dado el nombre de arte.
El neolítico es el último período de la prehistoria durante el cual, el hombre se hace agricultor y pastor, y se establece en habitáculos fijos formando pueblos y ciudades.
En las tierras del Próximo Oriente (actuales estados de Israel, Líbano, Siria, Irak, Irán y Turquía) se inició en el IX milenio a.C, una evolución que condujo al descubrimiento de un nuevo modo de vida para la humanidad: la agricultura y la ganadería. El primer pueblo del mundo dedicado a la agricultura, data del neolítico y se encontraba en ÇAYÖNÜ. Para la siega utilizaban hoces hechas de cuerno de animal, además de otros utensilios de corte.
La altura media de los hombres era l,70my l,57m la de las mujeres. El promedio de vida común en hombres y mujeres era de 28,4 años. En los milenios IX y VIII a.C. aparecen en las excavaciones realizadas en varias cuevas, útiles nuevos que parecen indicar la existencia de unos recolectores de cereales aún silvestres. Otros hallazgos indican que estos hombres aún eran cazadores. En el VII milenio, aparecen ya restos de poblados situados en lugares especialmente escogidos, en los que las edificaciones fueron varias veces reconstruidas (restos más antiguos de Hacilar en Turquía, de Qolat Jarmo en Irak y de Jericó en Israel). Estos poblados aún son pequeños (Jericó con 2.000 habitantes), y las casas tienen normalmente planta rectangular, hechas de arcilla o de ladrillo secados al sol y poseen silos y hornos. Al empezar el VI milenio a. C., el neolítico está plenamente asentado en el Oriente Medio. Los núcleos de población como Çatal Höyük en Turquía, Hassuna en Irak y Ras Shamra en Siria, son mayores que en la etapa enterior, las casas se agrupan ya formando calles y aperecen pinturas al fresco y relieves de arcilla representando, danzas, cacerías... Sus pinturas representaban siempre motivos religiosos. Los colores los obtenían de diversos minerales como ocre, azufre, malaquita, hematita y manganaso. Los pinceles que utilizaban eran hechos de pelo de caballo y las paredes que decoraban en un solo color, eran rojas y pintadas con paños.
Por primera vez aparece la cerámica. El neolítico se difundió a partir del Próximo Oriente hacia el sur de Europa, Norte de Africa, Euroasia, la India y sur de China. En la baja Mesopotamia (sur del actual Irak), se advierte que el neolítico evolucionó rápidamente y aparecen nuevos elementos: cerámica hecha a torno, objetos de cobre obtenidos por fusión del metal, adobes fabricados con molde y construcciones de templos. Todo esto indica un nivel técnico superior al neolítico, y se cree se debió a que los campesinos aprendieron a controlar el agua. El resultado, fue la puesta en cultivo de tierras muy fértiles mediante una acumilación de técnica y de trabajo. La especiaüzación en el trabajo da lugar a una sociedad urbana.
Las primeras ciudades de la baja Mesopotamia son :Ur, Uruk, Lapash, Kish y Nippur. Son conjuntos de casas rodeadas de murallas. Estas ciudades estaban rodeadas de terrenos bien cultivados y drenados, en los que a veces aparecían pequeños poblados de agricultores. Más allá de ésta, estaba la zona de nadie (regiones pantanosas). Los restos arqueológicos que han aparecido en estas ciudades indican un gran desarrollo en la técnica de la cerámica, los metales y la construcción, pero además aparece un nuevo invento: la escritura. El sistema de escritura mesopotámica, es un invento de los sumerios en el que se pasa de un sistema ideográfico, llamado escritura cuneiforme, al sistema de escritura fonético. También en los templos del Oriente Medio, se elaboró una concepción del mundo y de la vida esencialmente religiosa. El último cómo y porqué de los fenómenos naturales, del rumbo de los astros, del sentido de la vida y de la muerte, era, según ellos, un misterio para el hombre, cuya explicación sólo la tenían los dioses, quienes dirigían el mundo y la vida humana.
La historia de la humanidad en Anatolia, comienza sin embargo, antes de Noé y Abraham, y de los reinos de la biblia. En una cueva de Yarimburgaz, a unos 30 kilómetros de Estambul, unos arqueólogos descubrieron en 1.986-87, los restos humanos más antiguos de Turquía y de todo el mundo, a excepción de Africa que se remontan a millones de años. Anatolia ha sido un lugar clave en la historia de la humanidad. Los primeros pobladores de Anatolia de los que tenemos restos, además de huesos, vivían en cuevas en Belbasi y Beldibi, cerca de Antalya, en la edad de piedra, hace unos 10.000 años. La evolución de una vida de cazadores errantes a comunidades sedentarias, parece haber tenido lugar por el año 6.000a.C., cuando ya existían poblados en el oeste y sureste de Turquía, cuyos residentes domesticaron el cerdo y la oveja, y comenzaron a cultivar cebada. Una vez descubierto el bronce, Anatolia, al igual que el resto del mundo Mediterráneo, pasaba de la edad de piedra a la edad de bronce.Existen pruebas de ello en las capas sucesivas de los montículos, acumulaciones sucesivas sobre el mismo lugar, de los poblados que una vez fueron habitados por toda Asia Menor. Muchos de estos montículos, pueden verse aún en Anatolia, donde se los conoce como Höyük (equivalante a los tell de los países árabes).
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